miércoles, 5 de febrero de 2014

Autobiografía.

Mi nombre es Juan Camilo Ospinal Narváez, tengo 17 años, nací el 14 de Noviembre de 1996 en Cali, donde actualmente vivo en el barrio Álamos.

Mi familia está compuesta por mi madre llamada Nancy Narváez, mi padre llamado Arnaldo Ospinal, mi hermano Andrés Felipe y mis abuelos Miguel y Esther, somos una familia podría decirse pequeña, pero unida de una manera muy especial y sencilla.

Actualmente estudio en la Universidad San Buenaventura de Cali, donde curso la carrera de Ingeniería de Sistemas, soy graduado hace más o menos seis meses del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco, donde solía referirme a mí mismo como una persona que nunca en su vida tomaría una elección de carrera como ingenierías, ya que en cierto modo tengo algo de dificultad en las áreas de matemáticas, y el solo hecho de saber que en este tipo de carreras estas áreas son totalmente fundamentales, me aterraba. Empecé a pensar en mis opciones para poder estudiar ya que pronto se acercaba el final del año lectivo y aún no tenía bien definida mi escogencia, mis opciones cada vez se reducían más y más debido a que hoy en día es realmente muy poca la cantidad de carreras en las que no se incluye algo de éstas áreas, un día empecé a tomarme esta elección de una manera más seria, a pensar en todas esas personas que siempre me han motivado a este tipo de carreras que tienen que ver en sí con computadores y sistemas, ¿para qué estudiar algo para lo que no me siento completo, algo que sé que no cumplirá mis expectativas y no haré mi trabajo con gusto y satisfacción?, así que me decidí a luchar por mis metas y sueños, entendí que no todo en la vida es fácil pero que sin embargo las personas lo hacen porque aunque el camino pueda ser muy duro, así mismo su resultado es aún más satisfactorio.

Mis metas a futuro empiezan con lograr mi titulación de la universidad que actualmente estoy cursando, llegar a ser un excelente profesional, alguien que vaya más allá, alguien que disfrute lo que hace y pueda llegar a hacer grandes cosas a partir de justo eso... lo que le nace. Demostrarle a tantas personas que no creen en mí y que han llegado a creer que mis capacidades no dan para algo como eso, demostrarles que mis padres hicieron algo mucho más que darme comida y mandarme al colegio, me enseñaron a luchar y cumplir mis sueños y anhelos, que no todo se consigue con facilidad, pero si con esfuerzo y que el resultado lo vale. Espero que ese tipo de metas que tengo propuestas algún día sean el gran orgullo de mis padres, que se sientan totalmente felices de saber que todo lo que han cultivado por tantos años por fin se cumple, poder darles la vida que como MIS PADRES se merecen tanto, porque los padres son eso, esas personas a las que simplemente no les puedes agradecer con todo el dinero y todo lo que se pueda tener en el mundo, ellos han hecho algo más que darnos comida y techo, nos han criado, nos han enseñado y son ese tipo de cosas las que afloran en el futuro, las que definen qué tipo de profesional y qué clase de persona eres, porque de nada te sirve ser un excelente profesional si eres un asco como persona.

Solía dedicarme a ver películas en mis ratos libres, en esos tiempos donde no tienes absolutamente nada qué hacer, nada para pensar, pero con el tiempo ese tipo de pasatiempos han ido desapareciendo de mí, hasta tal punto de hoy en día ya ni siquiera encender el televisor por lo menos para tener algo de ruido, quise tratar con algún instrumento, pues siempre me ha llamado la atención la música, les comenté a mis padres de que quería aprender a tocar el piano, ellos entusiasmados me regalaron uno de navidad (a lo que les había advertido que no hicieran porque no estaba seguro de que fuera a ser capaz de seguir con ello), como era de esperarse tomé clases de piano por unos dos meses, hasta que me di cuenta de que no era lo mío, pero ya saben... mis padres ya habían sido advertidos, la culpa no fue mía. Hace unos tres o cuatro meses empecé a despertar un gran amor por la lectura, no les voy a hablar de El Código DaVinci o 100 Años de Soledad, todo empezó por querer saber el final del éxito tan rotundo que es Los Juegos del Hambre, así que le comenté a mi madre y le pareció maravilloso ya que nunca había demostrado gran interés por la lectura, compré Sinsajo (el último libro de ésta trilogía), y fue tan envolvente que terminé por acabarlo en tres días, quise seguir con este hábito ya que me pareció algo muy bello y empecé a pedir libros que escuchaba mucho discutir en internet o en redes sociales, me leí Las Ventajas de Ser Invisible y me fascinó, desde ahí continúe con esto, siguiendo con  trilogías como Divergente, o éxitos mundiales como Bajo la Misma Estrella y así hasta el día de hoy en el que mi madre ya no ha querido comprarme más libros por creer que la llevaré a la quiebra.

A parte de estos pasatiempos soy una persona bastante sociable, que al tener cualquier rato libre en vez de usarlo en algo productivo, prefiere salir con sus amigos, ir a comer, o simplemente sentarse en unas bancas a hablar y hablar, lo sé, es un hábito bastante malo, ya que con el tiempo empiezas a dejar responsabilidades y prioridades de lado por sólo eso, LOS AMIGOS, las salidas y las cosas ''no productivas'', pero aún así sé que soy una persona que cuando quiere, puede, y que si me propongo las cosas y tengo responsabilidades, haré todo lo que esté a mi alcance para poder cumplir con ellas y no dejarlas de lado.

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